Hasta hace muy poco tiempo no era muy habitual visitar el Teatro Real de Madrid dentro de los recorridos turísticos al uso, pero si eres amante de la música, la danza o la arquitectura, debes vivir esta experiencia que quizás se convierta en una de las más memorables de tu estancia en la capital.
Situado en la Plaza de Oriente, supone un muy agradable paseo desde el Skyline de Plaza España. Seguro que te alegrarás de haberlo incluido en tu itinerario, no solo por toda la historia y curiosidades que encierra ese edificio, o lo espectacular de su arquitectura, sino también porque desde su Café ofrece una de las más privilegiadas vistas del centro histórico de Madrid.
Historia del Teatro Real de Madrid
El lugar que actualmente ocupa el Teatro de la Ópera de Madrid, antes lo ocupaba otra institución cultural del reinado de Felipe V, el Real Teatro de los Caños del Peral. Sin embargo en el periodo de la guerra de la independencia sufrió un completo abandono.
Fue con la llegada de Fernando VII al trono, que se promovió la remodelación de la Plaza de Oriente, incluyendo la demolición del Teatro de los Caños del Peral para construir en su lugar un Teatro de Ópera. De este modo Madrid contó con un coliseo lírico a la altura de las principales capitales europeas.
El teatro que podemos contemplar en la actualidad encierra una compleja historia de abandonos, interrupciones y dificultades en su construcción. La historia de infortunios de este edificio, que parece poblado por los consabidos fantasmas de la ópera, incluyen un incendio y la caída de la araña de cristal de 2.700 kilos sobre el patio de butacas, lo que fuerza su cierre y reconstrucción, que se prolongó durante 41 años. Con una guerra civil de por medio sufrió aún más daños, incluyendo el estallido de un polvorín en su interior.
Se reabrió en 1966 como Auditorio y sede del Real Conservatorio de Música. Una vez más el edificio tuvo que someterse al pico y la pala para volver a remodelarse y que por fin Madrid tuviera de nuevo un Teatro de la Ópera.
Toda esta historia esconde ese edificio de carácter Neoclásico, cuya planta hexagonal recuerda a un ataúd y al que Pascual Mádoz en su diccionario geográfico refiere como “la más ingrata que para un edificio de esta clase ha podido elegirse” y que sin embargo ha sobrevivido a un incendio, una guerra y numerosas reformas.
Este Monumental Teatro se erige en el corazón de Madrid, mirando al Palacio Real y junto al histórico Barrio de los Austrias.
Visitas al Teatro Real de Madrid
El Teatro Real ofrece una serie de visitas guiadas en las que se incluyen excursiones conjuntas al Teatro Real y el Palacio Real.
Puede visitare de lunes a domingo de 10.00h a 13.00h y las entradas se compran el Mostrador de Visitas, ubicado en el acceso principal del Teatro Real.
Podrás elegir entre diferentes visitas:
Visita General
Si te interesan los entresijos de la construcción del edificio, su historia, decoración y funcionamiento, esta es sin duda la opción que has de elegir.
La visita incluye un recorrido por el vestíbulo principal, Foyer, con sus doce columnas y tres niveles. Es en este vestíbulo donde los asistentes a las funciones podían contemplar al resto del público y lucir sus galas para, a su vez, ser observados.
También puede visitarse el Palco Real, y los salones Falla, Carlos III, Vergara, Arrieta, Felipe V. Un delicioso recorrido por unos salones de colores decorados con suntuosas alfombras, espejos de cristal de Murano, tapices, obras del Museo del Prado y retratos de Monarcas. Un salto a un pasado romántico lleno de esplendor.
También se incluye el acceso al Café del Palacio, decorado con maderas de cedro libanés, estuco, mármoles y con obras cedidas por el Museo Centro de Arte Reina Sofía.
Pero eso no es todo, sus ventanas ofrecen una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad, con una perspectiva privilegiada del Palacio Real, la Catedral de la Almudena, los jardines de Oriente y la sierra de Madrid.
Visita Artística
Para quienes prefieren conocer todo lo que se esconde tras una función. Conocerás cómo se estructuran los ensayos, cómo funciona cada uno de los departamentos, el papel de los regidores, el interior de los camerinos. Todo ese submundo que ha de funcionar como el engranaje de un reloj para que el público pueda disfrutar de la espectacularidad de la puesta en escena de una ópera.
Visita Técnica
Imposible no sorprenderse con todos los recursos técnicos con los que cuenta este edificio, uno de los más avanzados del mundo. En su caja escénica de 80 metros de altura, cabría el edificio de Telefónica entero.
Escenarios, decorados, telones y luces se montan y desmontan rápidamente gracias a un muy sofisticado sistema de plataformas que podrás conocer.
Otras visitas
Incluyen visitas de grupos escolares y centros educativos.
Visita con audioguía
Existe también la opción de la visita con audio guía donde podrás realizar el recorrido a tu gusto.
Completan la visita una exposición fotográfica y una experiencia en realidad virtual, donde podrás emular ser uno de los grandes divos de la ópera al subirte a su magnífico escenario y asomarte a espacios no accesibles al público.
Asistir a una ópera en el Teatro Real
Puedes consultar la programación de ópera, danza, conciertos y recitales desde su página web, en la pestaña programación.
Algunas entradas han de comprarse con mucha antelación, por lo que te recomendamos planificarlo con el máximo tiempo posible para asegurarte una entrada.
Curiosidades sobre el Teatro de la Ópera
Existe un mito en el mundo de la ópera que dice que aquellos edificios construidos cerca de agua tienen mejor acústica. El Teatro Real no es que esté cerca, sino que se ubica encima de un acuífero.
Su patio de butacas con forma de herradura a la italiana cuenta con “el paraíso”, con sus asientos del piso más alto donde llega el sonido como si estuvieran al lado del escenario, y “el infierno” o gallinero, cuya mala visibilidad ha de compensarse con las pantallas donde contemplarán la representación.
Los comienzos del Real en 1864, no estuvieron exentos de polémica, no gustaron los cantantes y el público acudía con silbatos, al parecer una de las noches en que el tenor Nicolini estaba en una representación, acabó llorando ante los gritos del público. Frente a estas protestas, cuando el tenor Gayarre actuaba, el estruendo de los aplausos le acompañaron hasta su salida y cuando éste enfermó y fue sustituido por Stagno, el público se dividió entre los defensores de uno y otro divo.
Giuseppe Verdi fue uno de los compositores que más aplausos hizo resonar con “la forza del destino”. Hasta 11 veces tuvo que salir a saludar tras su representación.
Las óperas de Wagner fueron las responsables de las multas que los empresarios del Teatro Real tuvieron que pagar debido a la larga duración de las piezas del compositor alemán, ya que una orden gubernativa obligaba a terminar las funciones antes de las 12:30.h.
Si quieres conocer un pedazo importante de la historia cultural de Madrid, no te saltes esta deliciosa visita al Teatro Real.
Tras una noche en la ópera, nada mejor que descansar en uno de nuestros apartamentos o suites, despertando a la mañana siguiente en pleno corazón de Madrid.